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lunes, 6 de junio de 2016

Y faltaron tantas cosas por hacer

Hoy puede ser un día de esos extremadamente rutinarios, de levantarse y hacer lo mismo de siempre, ir a la escuela, servicio social, hacer unos tickets, pensar en el fin del mundo o escribir cualquier tontería, que posiblemente jamás terminare de escribir como todo lo que está en One note y mi novela que llevo más de tres años escribiéndola y resulta que he empezado otras en logar de acabar con esta novela. Podría considerarse que soy un completo desastre y luego aparecer cientos de cosas en mi mente y una de esas cosas, maldita sea tiene que ser tu recuerdo.
Y eres tan hermosa, el concepto de la chica que quiero que… demonios no puedes salirte de mi mente algún momento y todo resulta en que sigo los mismos pasos que mi inconsciente ya se sabe, para irte a ver en la recepción de la biblioteca entregando algún libro o entre los pasillos de la misma acomodando con cuidado los libros que los estudiantes universitarios jamás dejan en su lugar. Algunas veces solo entro para verte de manera rápida y marcharme, otras veces para verte mientras finjo que leo un libro o hago algo importante en mi laptop y eso que no me gusta mucho estar en la biblioteca, me resulta el peor lugar para intentar leer, hacer un trabajo en equipo, hacer algún proyecto o intentar estudiar para un examen.
Pero mi vida es un completo desastre que incluso en ocasiones no sé qué demonios hacer con ella y cada vez que te veo surgen todas esas cosas que nos faltaron por hacer o bueno que yo ni siquiera intente realizar contigo.
Si hablamos de mi experiencia con chicas, creo que ni he pasado de la segunda cita y eso fue en mi relación o intento de relación o como se le pudiera mencionar a eso y creo que fui yo el que fallo en tantas cosas que termine estropeando algo que pudo haber sido bueno o malo o un poco ambos y bueno eso nunca lo sabré por un montón de motivos, empezando porque por alguna extraña razón no me gustan las cosas que son extremadamente fáciles o el camino fácil para lograr algo, me gusta que se desate el caos, que las cosas se compliquen, que sea un verdadero reto lograr algo o que tenga el suficiente misterio que llame mi atención y lo peor es que no fue como sucedió así.
En tu caso mi niña misteriosa, creo que lo único que hice medianamente bien fue darme cuenta que existías y eso fue demasiado raro porque todo el semestre estuviste en el salón de alado y me di cuenta a finales de semestre que estabas ahí, maldita sea ese profesor siempre llego tarde y no me preocupe por llegar temprano algún día para verte o hablar un día contigo sobre algo interesante.
¿Qué nos faltó hacer? Puede que demasiadas cosas como salir al cine y comer palomitas mientras disfrutábamos cualquier película que estuviera, caminar por el parque o las calles lluviosas de la ciudad, sin importarnos terminar empapados, estar sentados a la orilla de un parque viendo caer las hojas de los árboles y el atardecer, ver toda clases de películas y jugar juegos de video hasta altas horas de la noche. Tal vez viajar en autobús sin importar el destino en específico y una cantidad muy baja de dinero, ir a comer a un restaurante, comer un helado mientras nos besamos, posiblemente dar el primer beso en algún momento extraño, hablar hasta la madrugada por mensajes de texto, hacer video llamadas, compartir canciones, etc. No se me ocurrirían la cantidad de cosas que nos faltaron por hacer mi niña misteriosa y creo que esa misma lista se iría con mis otros intentos de relación, pero contigo falto la cosa más importante por realizar.
"Hablarte"
Solo esa simple palabra fue lo que falto por hacer y creo que lo más importante de todo, te podría haber hablado ese día que te vi en el tren por primera vez con tu pálida piel blanca, tu linda sonrisa de porcelana y tus grandes ojos que se veían más grandes, gracias a los lentes que siempre portas y llaman demasiado mi atención, demasiados misteriosos y con tantos secretos por descubrir dentro de ellos.
Pero hablando de mi pésima suerte la siguiente vez ya venias con tu novio y fue un espectacular maratón de 22 minutos de verte besando con tu novio, hablar con él, reírte y por poco me tocaba verlo camino a mi casa solo porque se equivocaron de estación donde se deberían haber bajado. Solo falta que con la suerte que tengo renten mi cuarto como motel para que tengan un momento a solas y no quiero imaginarme los resultados. Preferiría mejor analizar por qué tengo tanta mala suerte, creo que mi habilidad de lastimar personas lo provoca o no lo sé.
Y hoy estamos aquí… bueno tu estas en el tren ligero que se aleja cada vez más de la estación y yo estoy recargado en el puente peatonal, viendo la ciudad de lejos y viendo como el tren va en una dirección especifica hacia el sur, hacia la siguiente estación. Por mi mente pasa la idea de irme corriendo hasta isla raza, sé que es un crucero complicado de cruzar y ver si te bajas de milagro en esa estación y sin tu novio. Sería fantástico tener los poderes de Spider-man en estos momentos y atraparte en un balanceo y decirte todo esto, estas palabras que me encuentro escribiendo como es que va anocheciendo en la ciudad y como es que las luces del cerro del cuatro empiezan a encenderse, las avenidas cambian sus filas de coches por filas de luces y esas canciones románticas sonando desde mi celular y que nadie escuchara gracias a los audífonos. Sería el lugar perfecto para hacer una declaración que por este momento no va a suceder y lo peor de todo es que posiblemente nunca suceda y son una de esas cosas que faltaron por hacer…

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