Es la última vez que
te veo, ambos nos vemos a lo lejos en diferentes situaciones a como nos
conocimos, cientos de historias o
momentos después, cientos de cosas que
pudieron pasar de manera diferente, posiblemente con los mismos resultados en
los que estamos actualmente.
Prácticamente
estamos en el restaurante el cual me dijiste que querías conocer y al que no
fuimos por diversos motivos, cuestiones económicas sobre todo. Tu sentada en
una mesa rodeada de familiares y amigos, celebrando un evento en especial,
mientras yo solamente estoy sentado viendo a lo lejos como es que sucede todo,
con una botella de vino tinto que va a la mitad y un plato de lo primero
aceptable que vi en el menú, el cual no he tocado todavía y prácticamente he
jugado con la comida desde que llegue.
Sonaría a un motivo
algo acosador en estos momentos, pero creo que en alguna especie de broma del
destino que muestra mi pésima suerte en cuestiones románticas. Se supone que
estoy aquí por una comida de negocios para la empresa para la que trabajo, de la cual la persona con la que iba a verme
nunca va a llegar porque tuvo un fuerte accidente afuera del restaurante,
justamente cuando se iba a estacionar, un conductor que pensó una cuadra en
sentido contrario para llegar pronto a su casa.
Súmale el hecho de
que parece desde que nos separamos, parece que de alguna forma extraña, siempre
tenemos que encontrarnos a algún lugar al que vaya, a tal punto de preguntarme
si eres realmente tu o de plano las ganas de volver a verte y reconquistarte
hacen que te alucine que realmente estas ahí.
Recuerdo
perfectamente el día que te encontré por primera vez, fue en un hotel lujoso,
yo iba por motivos laborales, ayudarlos con unos cuantos problemas con sus
sistemas que resultaron problemas de red y tu sólo pasando varias veces por
ahí, con bebidas alcohólicas y riendo con tus amigas y amigos, peor en algunas
ovaciones me tocó ver cómo te besabas con tu novio, si fue muy entretenido. Otras veces fueron en
el cine que no sabía que ver en esos momentos, a la incómoda pareja que se
besaba a mi lado o la película, teniendo pésimos recuerdos de esas películas
que quería ver y no he intentado de ver nuevamente, incluso estoy seguro de que
arruinaste alguna de mis dos citas en las cuales tuve la fortuna de toparme contigo
y tu tonto novio, después de que volvió ella del baño prácticamente corto
conmigo y que no quería volver a verme. Son cosas demasiado extrañas que sigo
sin comprender, a menos de que sea una venganza por dejar deforme la cara de tu
novio y le haya causado un daño peor.
Era un día
completamente irónico y creo que porque después de pensarlo en compañía de la
botella de vino tinto, creo que lo sabía
y que esto pasaría, pero la emoción de pedirte que fueras mi esposa y terminar
la escuela creo que distraigan mi mente de ver la realidad, hasta ese fatídico
día que te encontré prácticamente en mi cama de mi departamento teniendo sexo
con tu actual prometido en unos cuantos minutos. Si lo golpe por el hecho de
estar teniendo sexo con mi novia y lo defendiste, incluso recibí unos cuántas
horas en la cárcel por tu denuncia por defenderlo y si salí sólo por una
acusación de invasión de propiedad agenda, se libró sólo por ser millonario y
aprovecho su riqueza para convencer a mi casero de que me corriera... Si
consecuencias al futuro de encontrar un nuevo lugar para vivir y la verdad
queme el colchón.
Sí que es un
restaurante ideal para pedirle a matrimonio a alguien y esa manera de proyectar
el anillo con el cual ese idiota te pedía matrimonio y hace que quiera odiar a
los meseros por tardar tanto en traer la cuenta y el extraño platillo que ni me
comí para llevar.
Lo más irónico es justamente el anillo que
había comprado para ti años atrás, cuando pensé que podíamos ser algo juntos y
que después de ese suceso lo regrese a la joyería, aceptando menos de su valor
con tal de deshacerme de ese estúpido anillo y tratar de olvidarme de ese tonto
día, si me dejaste plantado en el restaurante en el que te lo pediría y me pase
la noche con una botella de vino tinto en el restaurante, igual que ahora.
Maldita ironía...y mejor cancelo que me traigan la cuenta, creo que prefiero
ser masoquista está noche.
Y suena las palabras
mágicas que al parecer todos los invitados a la cena está noche habían estado
esperando después de unos minutos y creo que me sorprende ver incluso que el
sujeto que le choco al cliente con el cual me vería hoy. "Si acepto"
Y todo ese montón de cursilería, el acto de ponerte el anillo, besos, aplausos
e incluso podría jurar que volteaste a verme con una risa burlesca y
presumiendo lo que había pasado. Incluso tu novio también ese ese mismo gesto.
Realmente en esos momentos me gustaría que temblara y de plano les cayera el
enorme candil encima y de paso que los electrocutara.
Pasa por mi mente la
idea de golpearlos o algo parecido pero se perfectamente que no puedo hacerlo,
prácticamente tengo todo que perder y puedo notar claramente que la razón por
la cual el mesero sigue sin traer mi pedido para llevar y que mi lógica tuvo
razón, nunca le llegó al cajero que pedí le cuenta.
-¿Mala noche?.-Dijo
una chica cansada con un traje sastre puesto, traía mi pedido para llevar, la
cuenta que había pedido hace varias horas y una terminal bancaria.
-Ni te
imaginas.-Dije tomando la Copa de vino que estuvo libre toda la noche y
sirviéndola, para después ofrecérsela a la chica, mientras buscaba la tarjeta
de crédito en mi cartera.
-Lamento que haya
tenido que ver eso, soy la supervisora de este restaurante y se me hacía raro
que hubiera un cliente cuando se supone que reservaron todo el restaurante para
este evento y tu mesa por alguna extraña razón si entro dos días después la reservación.-Dijo
ella tomando la Copa y mi tarjeta, pero sólo hizo un cobro por 40 pesos lo que
costaba el valet parking, luego puso otra botella de vino tinto sobre la
mesa.-Si ese mesero al parecer recibió una gran propina por tenerte aquí
esperando a que vieras esto y creo que no podrás irte esta noche en tu coche…
-¿Te sobornaron a ti
también?-Dije viendo la botella que la chica habia dejado en la mesa con algo
de decepción.
-No, ya despedí a
ese mesero y al Valet Parking, te poncho dos llantas y se robó la batería de tu
carro.-Dijo la chica algo nerviosa al decirme eso.-Pero no te preocupes si
tiene mucho dinero esa pareja para sobornar a mis empleados, yo creo que tienen
dinero para pagar los gastos de tu auto, tu comida y creo que esta fina botella
de vino que podemos compartir
-¿Se puede saber
porque?-Dije viendo a la chica mientras ella descorchaba la botella con
elegancia y me sonreía
-Porque tú y yo
hemos pasado por lo mismo solo que en diferentes situaciones.-Dijo ella
sirviendo un par de copas de forma elefante, mientras jugaba con su cabello
ondulado.-Él era mi exnovio y bueno creo que vi y tuve que atender todas sus
citas con ella aquí.
-Creo que es un
punto que tenemos en común.-Dije haciendo que la chica se riera y empezara a
jugar con su cabello ondulado, realmente ella era bonita, con su cabello oscuro
ondulado y los lentes que traía que hacia resaltar más sus ojos. La noche era
joven y teníamos una botella de vino tinto de por medio, cualquier cosa podría
ocurrir de esa forma extraña de conocernos…