sábado, 19 de noviembre de 2016

Todo es parte de un plan

En un cuarto totalmente de color rojo, producido por esas lámparas que se prenden en situaciones de emergencia, parpadeando de forma intermitente, se podía oler el terrible olor de la humedad, posiblemente combinado con algunos desechos sanitarios, cuerpos putrefactos de drogadictos que se drogaron hasta morir por un paro cardiaco por la cantidad exorbitante de droga que consumieron, en uno de esos cuartos, en el cual estaba más inundado de agua putrefacta, la luz era más intensa y casi no parpadeaba. Ahí habia un tubo que fue el cual estaba provocando la fuga de agua de drenaje, con un olor que tumbaría a cualquiera que no estuviera acostumbrado. Ahí estaba el cuerpo de un hombre, atado fuertemente de las manos en tubo, con una bolsa de color negra en la cabeza, se veían varias gotas de sangre salir de la bolsa, mientras el chorro de agua putrefacta caía encima de él.

Se podían oír perfectamente los intentos de gritos de una chica que no podía gritar en esos momentos, la oscuridad de la bolsa negra no dejaba ver con claridad que era lo que estaba pasando a su alrededor, apenas se habia repuesto de una golpiza que le habían dado ¿Horas, días atrás?, ni como saberlo, apenas estaba despertando y el profundo olor a putrefacto lo estaba matando, intento pararse pero tenía las manos fuertemente atadas y no tenía las ganas de desatarse, empezó a escuchar pasos, chocando fuertemente con el agua, como si le costara trabajo caminar entre el agua, para empujar la puerta con furia, se podía notar el ardor a alcohol que salía de la persona que entro a la habitación.

-Creo que al fin tendremos el placer de conocernos en persona.-dijo el sujeto para quitarle la bolsa y darle un tremendo golpe en la mandíbula que hizo que se le nublara la vista.-Tanto que me has buscado detective y te niegas a verme en este día, donde claramente te he ganado.

-Explícate.-Dijo el detective levantando la cara con los ojos algo cerrados mientras se acoplaba a la luz roja de la sala, para que le dieran tremendas ganas de vomitar, la sala era completamente un asco, se podían ver varios cuerpos putrefactos de drogadictos en el suelo, algunos llenos de moscas, otros abiertos para sacar sus órganos. Lo peor era el agua que estaba a su alrededor y la que le caía en la cabeza, claramente eran desechos sanitarios que deberían caer al gran colector, no en su cabeza.

-Te tengo un regalo de bienvenida.-dijo el extraño sujeto acercándose a una cortina y jalándola para dejar ver a una chica detrás de ella, donde la ropa de color blanca que traía ya se habia vuelto de color roja por los moretes, golpes y cortadas que habia recibido. Se veía en algunas partes pelona de su cuero cabelludo, donde se veía claramente que grandes trozos de cabello habían sido arrancados a la fuerza, la podía ver atada, más bien crucificada enfrente de él, podía ver como brotaba sangre de sus manos donde se podía ver claramente que habían sido encajados los clavos. La piel morena de la chica ya no podía identificarse, no se sabía si era roja o negra por la suciedad que tenía encima.- La chica que amas.

-Ya me tienes aquí.-dijo el detective bajando la mirada para ya no ver a la chica crucificada, le daba lastima en el estado en el que estaba la chica la cual le habia entregado su corazón, prometió protegerla y ahora la veía crucificada, sufriendo.-Déjala ir, ya puedes matarme.

-Este es un juego y tú te decidiste meter en el.-Dijo el asesino con una sonrisa psicópata en su piel color blanca, se podía ver que tenía cientos de cortes en la cara, se acercó al detective, para rozar el cuchillo en su cara como si se tratara de untar mantequilla en su cara, tomo un poco de sangre, para lamer el cuchillo de forma divertida.-Sabes que pudiste evitar todas esas muertes, si no hubieras sido un estúpido detective entrometido, pero ahí querías creerte el detective libre de corrupción y meterte en asuntos que no te importan.

-Es mi ciudad, me preocupa mi futuro.-Dijo el detective escupiendo la sangre que se le habia acumulado en su boca y sintiéndose cada vez más mareado, mientras que el asesino psicópata que estaba enfrente de él se reía a carcajadas. Siempre habia querido verlo cara a cara para reclamarle la muerte de todas las personas cercanas a el que habia asesinado, para después golpearlo hasta asesinando, disfrutando cada uno de los golpes que le daba sobre su cuerpo, viéndolo suplicarle por su vida. No esta situación donde él lo estaba viendo atado, sin la posibilidad de defenderse, viendo como torturaba a la chica que tantos momentos felices le habia dado.

-Podrías haberte hecho rico, pero preferiste el camino más complicado.-dijo el asesino empezando a jugar con el cuchillo, destruyendo lentamente la poca ropa que no estaba hecha girones de la chica, provocándole algunas cortadas de más a la chica la cual trataba gritar pero sus gritos eran negados por la tela que tenía fuertemente amarrada en la boca, en la cual la sangre empezaba a brotar.-Tu familia, tus socios, tus amigos, tu mejor amigo, la chica que fingía como tu consejera personal, todos los he estado asesinando y tú te negabas en salirte del juego, hoy veras morir lo que más amas.

-¡¡¡Mátame a mí!!-dijo el Detective al ver la cara de desesperación de su novia, no queria que siguiera sufriendo, forcejaba fuertemente contra las cuerdas que lo tenían atado, pero era inútil estaban fuertemente amarradas y no podría escaparte, ante el asesino que se reía a carcajadas, disfrutando el momento.-Se lo que planeas.-Dijo el detective ya vencido y después negó con la cabeza.-al menos de que me mates, voy a ir por ti terminando esto y voy a asesinarte con mis propias manos y te arrastrare conmigo al infierno.

-No puedes arrastrar a alguien al infierno, cuando ya tiene reservado una habitación de lujo.-Dijo el asesino cortando un pequeño trozo de carne de la chica y metiéndoselo a la boca para masticarlo lentamente, mientras la sangre se escurría en sus labios.- Delicioso, tu chica sabe deliciosa, todo un manjar, aunque sabría mejor si le prendo fuego para cocer la carne.-dijo el asesino mientras llenaba una copa con la sangre que brotaba de la chica y le daba un trago.-deja que la asesine lentamente y después llegara tu turno, te daré la oportunidad de pelear.

-Eres un cobarde y quieres que me debilite más de lo que estoy en estos momentos, que enfrentarme ahorita.-Dijo el detective intentando tronar el tubo para prepare para golpearlo, pero el asesino se rio más con su risa de psicópata.

-Te daré la posibilidad de que tengas una pelea de un minuto sin mi cuchillo.-Dijo el asesino riéndose y tirando alcohol sobre el cuerpo de la chica lentamente, mientras se reía a carcajadas, para después con el cuchillo hacerle un corte a en la boca para quitarle la cuerda que tenía en la boca.

-¡¡¡Mi amor haz algo!!!-dijo la chica asustada, sangrando rapidamente por la boca, que cuando grito la sangre le cayó al chico en la cara, pero esta rapidamente se diluyo con el agua del drenaje, el detective podía ver la cara de esperanza de la chica de que milagro, pudiera romper el nudo y pelear contra el asesino psicópata que tenía enfrente de él, pero el detective, dejo de hacer todo intento por liberarse.

-Vela gritar de dolor.-dijo el asesino riéndose de manera descontrolada mientras se quitaba el cinturón y empezaba a golpear a la chica con una fuerza brutal, haciendo que los gritos de dolor de la chica fueran escuchados de forma estruendosa en la habitación, se podían ver las lágrimas de súplica de la chica caminar por sus mejillas combinándose con algunas gotas de sangre, la chica intentaba gritar por ayuda, pero los golpes se volvían cada vez más fuertes, como si se trataran de azotes dispuestos a destrozar a la chica con cada golpe, en algunos casos se veía como lentamente le arrancaba la carne del hueso.-Mírala, le prometes que la salvaras de todo y estas como un inútil espectador detective, viendo como le doy azotes a tu novia y tu plan fracaso.

-Si.-dijo el detective algo decepcionado al no poder hacer nada para salvar a su novia, escuchaba los crujidos de sus huesos reventarse a la hora de recibir más azotes, mientras la sangre le salpicaba en todo su cuerpo.-Tu ganas, mi plan era estarte golpeando mientras estabas atado.

-Dile que la salvaras.-dijo el asesino jugando con su cuchillo cerca de los pechos de la chica, haciéndoles pequeños cortes, amenazándola con cualquier momento encajarte el cuchillo en el corazón y acabar con su sufrimiento, liberarla de aquella tortura que era ser el juguete sexual de ese asesino psicópata.-Deberías agradecer el favor que te hago de no violarla...

-No.-dijo el detective derrotado, viendo como el asesino jugaba con el cuchillo cerca del pecho de la chica.-Quieres que te suplique, pero ya me di cuenta que no sirve de nada.

-Tienes razón.-Dijo el asesino mientras se bajaba los pantalones listo para empezarla a besar o más bien morder por todo su cuerpo, con mordidas brutales que provocaban nuevos moretes en la piel ya putrefacta de la chica, donde parecía que ya no le quedaba ya gotas de sangre.-Sabes me estoy excitando, veras una película porno masoquista de forma gratuita.

-Qué asco.-dijo el detective, cerrando los ojos asqueado, sin ganas de gritar. Sabía perfectamente que este era el final, no podría salvar a la chica bajo ninguna circunstancia. Si se hubiera imaginado la peor tortura posible, jamás se le hubiera ocurrido ver a la chica que amaba atada y siendo violada brutalmente por un asesino psicópata, lo habia visto destrozándola físicamente a la chica, provocándole que su ropa se volviera de color rojo sangre. Si la lograba salvar los daños psicológicos serian brutales y en eso sonrió de forma maliciosa, mientras el asesino psicópata estaba distraído.

-Ya llego el punto, prepárate para que veas como le quito la virginidad a tu novia, porque fuiste tan poco hombre para quitársela para tener placer.-Dijo el asesino psicópata de manera excitada que apenas se escuchó su voz, estaba listo para empezar el coito con la chica que ya no tenía posibilidad para defenderse.-espera tener el mejor sexo de tu vida...

El asesino psicópata dejo de hablar, cuando sonó un disparo proveniente de una pistola en la habitación, reventándole una oreja, porque la bala tenía un destino predeterminado, el cráneo de la chica, perforando su cráneo de forma lenta viéndose como pequeñas astillas de hueso salía mientras la bala perforaba el cráneo, reventando el cerebro para que saliera la sangre a presión, para después la bala incrustara en la pared. El asesino volteo sorprendido, cuando otra bala salió disparada directamente a su miembro ya erecto reventándoselo de un balazo y se volviera una manguera de sangre a presión, antes de que el asesino pudiera reaccionar otra bala fue directamente a su rodilla, haciendo que la sangre saliera a presión de su pierna y se escuchara el crack, para hacerlo caer al suelo, para que después otra bala se impactara en su hombro derecho haciéndolo girar en el aire, para que cayera de espaldas contra el suelo.

-Te preguntaras como me libere.-Dijo el detective soplando el humo de la pistola lentamente, mientras veía al asesino al suelo, retorciéndose de dolor en el suelo, ahora lo veía horrorizado.-Sabia que me secuestrarias y que me revisarías para que no trajera armas, vez este cuchillo.-dijo el detective jugando con un cuchillo y aventárselo en el pecho para que salpicara sangre alrededor de donde se encajó el cuchillo.-Lo traía oculto dentro de las costuras del abrigo, sabía que me atarías, todo fue parte del plan.

-¿A qué te refieres?-Dijo el asesino psicópata tratando de moverse pero las heridas de su cuerpo no lo dejaban, mientras lo único que pudiera ver, sin que las aguas putrefactas del drenaje se le  metieran a los ojoso tuviera que saborearlas, vea la cabeza de la chica perforada por un cráneo.

-Tenías razón, siempre fue un juego, pero es un juego de ajedrez.-Dijo el detective mientras caminaba por la habitación jugando con el revolver que tenía en sus manos, mientras veía al asesino sufriendo.

-¿Sacrificar la vida de cientos de personas, sobre todo tus seres queridos para atraparme?-dijo el asesino tratándose de reír, pero un nuevo disparo en su pulmón hizo que empezara a toser sangre y el detective empezó a reírse de forma psicópata.

-De hecho una parte de mí no quiere asesinarte, quiere darte las gracias por asesinar a todas  las personas que detesto en esta vida, se ve que no sabes jugar ajedrez o basar tu vida conforme a esto.-dijo el detective sacando una pieza de ajedrez de color blanco, que representa el rey en ese juego y aventándosela en la cara al asesino.-Jaque mate, Sabes que fue la mejor parte, solo mataste puros peones.

-Podrás haberme asesinado, pero asesine a tu mejor amigo, a tu novia, a tus amigos, tu compañero de casos, las personas que te querían, tus seres queridos, no te queda nada.-Dijo el asesino Psicópata riéndose, mientras se estaba ahogando con su propia sangre que brotaba desde el pulmón.-Te gane al final detective y te terminaras suicidándote para acompañarme en el infierno eternamente.

-Me falta mucho por vivir antes de ir al infierno.-dijo en detective tomando el galón de gasolina que estaba en el fondo de la habitación y empezó a arrojarlo hacia el asesino que hacia muecas por el olor de este líquido.-Sé que te estas preguntando ¿De dónde saque el arma? Cuando me revisaste sabia a la perfección que jamás revisarías este lugar, donde siempre has hecho cada uno de tus asesinatos, donde acuerdas tu compra de drogas, vendes órganos de tus victimas a doctores de hospitales caros, no necesite tanto. En estos momentos tus socios doctores están siendo arrestados, en los hospitales con fácil más de 15 cargos por asesinatos indirectos y venta de órganos. Tus alfiles cayeron.

-Yo casi le quito la virginidad a tu novia.-Dijo el asesino escupiendo sangre combinada con gasolina, mientras su piel se volvía cada vez más blanca por la falta de sangre y a su alrededor el agua putrefacta se volvía de color escarlata.

-Te quite a tu reina, te engañe con una pieza peón que la convertí en reina, pero ella no es mi novia.-Dijo el detective revisando su chaqueta y sacando la foto de una chica de piel blanca con algunas pecas, anteojos alrededor de los ojos y se la aventó en la cara al asesino.-Ella realmente es mi novia la chica que amo y por la cual daría la vida por ella.-el detective volvió a revisar la chaqueta y encontró otra foto donde se veían varios chicos  recargados en el barandal de un edificio.-Estos asesino pendejo son mis mejores amigos.

El detective siguió esculcando su saco y saco un puro, el cual se lo puso lentamente en la boca y saco un encendedor, mientras el asesino lo veía horrorizado, esperando lo peor, pero solo lo dirigió a su boca y encendió el puro para darle una calada, para después toser por el humo, era bastante obvio que era la primera vez que fumaba en su vida.-¿Te acuerdas de este puro? Es el que me dejaste cuando mataste a alguien que realmente me importaba y hoy lo fumo en señal de victoria, además de que será el mismo que te asesinara. ¿Curioso no? Sabía que sería un juego, me aleje de las personas que queria tratándolas como basura y hablándole a las personas que más detestaba, tus primeros asesinatos mataste a asesinos que se habían librado de la cárcel, vendedores de drogas, lavadores de dinero. Sus disfraces son brillantes, el jefe de policia que detestaba. Mis familiares no me importo que los asesinaras, incluso me daba risa ver cómo te esforzabas por asesinarlos e investigar sobre ellos para ver cual me dolería más que asesinaras. Si supieras que para ellos soy una basura, la oveja negra de la familia, el que fue capaz de enviar a primos a la cárcel por traer drogas consigo, solo me hiciste un favor de matarlos a todos, ya no más molestas fiestas de navidad, no felicitaciones falsas por mi cumpleaños. De hecho hasta me hiciste millonario asesinándolos. Los amigos falsos que asesinaste a todos los que odiaba desde la secundaria, preparatoria, pequeñas dosis de actuación. Lo más interesante la chica que acabo de asesinar, no sabes las ganas que tenia de asesinarla.

-La amas, la besaste.-Dijo el asesino con una voz que sonaba como un murmuro, pero que el detective simplemente se rio a carcajadas mientras le daba otra calada al puro.

-Veras.-dijo el detective sacando el humo de su boca lentamente, mientras jugaba con el puro que traía entre sus dedos, realmente estaba disfrutando este momento, así era como queria ver al asesino, agonizante buscando alguna esperanza para seguir viviendo, después de tres años lo tenía enfrente de él, a punto de morir, mientras lo veía darle otra calada al puro y expulsar el humo, su cara de horrorizado ante su poco importancia hacia su familia, amigos, enemigos y su novia.-Esa chica casi arruinaba mi relación con mi novia, la única chica que me importa, por el hecho de que le dijeron que merecía a un chico que ella quisiera y se creía con todo el derecho de destruir relaciones, para lograr sus objetivos personales. ¿Quién mejor que ella para que hicieras tu última hazaña?, por eso acepte seducirla, negociando con mi novia, sabía que te gusta torturar algunas de tus victimas viéndoles hacer como torturas a sus parejas para después violarlas. Solo tuve que actuar un poco y aguantarme las ganas de vomitar cada vez que tenía que besarla por compromiso, si vez el registro de nuestra relación no hay fotos mías en ningún lado donde este con ella, un simple acceso remoto a su celular me permitía borrar toda evidencia, los besos no duraban más de tres segundos y siempre era ella quien los queria iniciar. La paraba casi de inmediato, me hice una desinsectación de mi boca, ya no más rastro de ella. Disfrute como la golpeabas y te tomabas su sangre, puedo decirte que me diste el mejor día de mi vida tratando de asesinarla, pero habia algo en mi diciendo que por lo menos a ella la tenía que asesinar.

-No eres mejor persona que yo detective, te pudrirás en el infierno al igual que yo.-Dijo el asesino tosiendo sangre mientras decía esa frase y el detective lo vio divertido.-Jamás ganaste, morirás al igual que yo.

-Sabes si me confieso en la iglesia me darán el perdón por rezar unos padres nuestros creo que se llaman.-Dijo el detective mientras le daba otra calada al puro y empezaba a estornudar por el humo que se habia tragado.-Sigo sin agárrale el chiste a fumar, sabes esta ropa es anti fuego, hecha de materiales como los trajes de los automovilistas de fórmula uno, Nascar. Altamente resistentes al fuego, sabes fue un placer jugar tu juego por cierto siempre soñé con asesinarte en tu guarida y en tu cuarto de juegos favorito. Jaque mate.

El detective aventó el puro al asesino el cual lo vio con los ojos horrorizados, mientras el detective se alejaba caminando dándole la espalda. El cuerpo de la chica muerta lo veía de forma asustada a los ojos, mientras le caían gotas de sangre en su frente, proveniente del agujero de bala que tenía en la frente. La gasolina que habia rociado sobre el empezó a hacer efecto haciendo que su piel empezara a calcinarse por las altas temperaturas, incluso cicatrizando alguna de sus cicatrices mientras empezaba a emerger de su piel un delicioso olor a carne cocida, el asesino intentaba voltearse y usar el agua de desechos sanitarios para apagar el incendio, pero era realmente inútil. Ya no quedaba sangre suficiente en sus venas para poder tener la fortaleza para moverse, el fuego cada vez era más intenso y provocaba que su cuerpo empezara a deshidratarse de forma sorprendente, el gas metano provocado por los desechos estaba haciendo efecto, hasta que sucedió lo esperado una explosión lo cual lo dejo muerto al instante incinerado, junto con todo lo que hubiera en el drenaje por la explosión.


En la azotea de un edificio cercano el detective observaba la escena con una sonrisa en el rostro, mientras jugaba con una pequeña brújula en sus manos, por fin habia acabado con su enemigo y con todas las personas que odiaba, ya podría ser el mismo, ya no tendría que fingir ante esas personas, su plan habia salido perfecto. Saco una foto de la chica a la cual amaba, la cual no habia visto fácil en seis meses que duro el juego. Las dudas empezaron a pasar por su mente sobre lo que pudo pasar con ella en esos seis meses, montones de cosas pasaron por su mente, posiblemente la habia perdido. Bueno podría ser el inicio de un nuevo caso, un nuevo juego donde tendría que pensar la estrategia perfecta para reconquistarla en caso de que fuera necesario...

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