viernes, 10 de abril de 2015

Carta a mi chica lectora


Hola bonita chica que está detrás de esta carta:

 

En estos momentos puedo ver tu cara de sorpresa al ver esta carta que escondí en tu libro favorito de la biblioteca escolar, esa novela de detectives del siglo XIX llamada "El signo de los cuatro"  de Arthur Conan Doyle y la deje justamente en la parte donde te quedaste tu lectura, en aquella página donde siempre dejas tu separador de la torre Eiffel, el cual se ve que ya está maltratado y lo he visto en varios libros de la biblioteca. Aunque parezca extraño tiene tu aroma.


Elegí este libro para dejarte esta carta porque es el libro con el cual te conocí aquella tarde de diciembre, cuando la biblioteca estaba llena de estudiantes que hacían sus trabajos finales como su única esperanza para pasar el semestre, otros planeaban grandes posadas. Pero tú y yo íbamos a la biblioteca por motivos distintos o se puede decir que el mismo, yo queria agarrar un libro para entretenerme mientras mis amigos hacían el aburrido caso práctico que yo ya habia hecho y tu querías leer un libro nuevo el cual no podías sacar de la biblioteca por ser ejemplar uno y cual era ese libro, bueno el que estás leyendo en este momento. Y ese día no lo olvidare, el día que conocí a la chica más extraña y misteriosa de toda mi vida. Recuerdo que yo tenía el libro agarrado con la mano listo para sacarlo del librero, cuando tu asustada, tiraste tres libros pesados al suelo para romper mi concentración en agarrar el libro y ver si estabas bien, cuando decidiste correr justo a donde yo estaba y agarrar el libro.


No te mentiré una parte de mi queria correr detrás de ti para quitarte el libro como era posible que una chica hubiera tirado fácilmente tres ejemplares de la colección de libros del señor de los anillos, haya llamado la atención de la bibliotecaria solo para ganarme un libro y a la vez en mi mente surgían cientos de historias que podía escribir acerca de lo que habia pasado. Te vi y te diré la verdad te me hiciste una chica bastante extraña sosteniendo el maltratado libro entre tus manos, un ejemplar digno de llamarse un clásico por su olor a viejo, su pasta dura, sus hojas un poco amarillentas, pude suponer que eran de los primeros ejemplares que llegaba de Inglaterra a México, posiblemente en inglés y una chica me lo habia quitado. Pensaba en reclamarte por haberme quitado el libro pero en eso me hiciste esa carita de gatito triste y a pesar de que varias chicas de mi salón habían hecho esa cara para que les hiciera sus trabajos o las ayudara en los exámenes, tú eras la única que habia tenido efecto en mí, no sé qué fueron si el hecho de que usas lentes y tus ojos se veían más grandes, con algunas lágrimas falsas que podrían salir si me negaba a dejarte el libro, tus lindos ojos aguamarina, no sé qué habia en ti que impidió que te reclamara  y no fue necesario de que dijéramos alguna palabra, vi como guardaste el libro con recelo en tu mochila a pesar de que te habia hecho una señal de que todo estaba bien y te lo podías quedar, en eso te acercaste y levantaste los libros que habías tirado poniéndolos en el carrito y saliste corriendo, solamente te seguí con la mirada.


No me quedo de otra más que agarrar otro libro, pero las opciones que habia ahí ya no me llamaban la atención, realmente queria leer ese libro, ni mi libro favorito que era Harry Potter y el prisionero de acaban que estaba ahí, me invitaba a leerlos, porque la verdad siempre habia preferido todo lo que tenía mucho misterio para leer, agarre el libro de Harry Potter y me senté cerca de ti, en uno de los cubículos privado que habia en la biblioteca, mientras tú estabas en los sillones. Ahí te pude ver bien una vez que hubiera pasado mi enojo, no eras como una de las chicas que tanto habia conocido en la universidad, esas chicas materialistas que hablaban de fiestas, borracheras, presumían a sus novios, ni siquiera estabas vestida como una de ellas, parecía que lo único que te importaba en ese momento era el libro que me habías quitado de las manos y estabas leyéndolo como si estuvieras sumergida en la historia, podía notar que algunas cosas te costaban trabajo leer y consultabas el diccionario español ingles que tenías a tu lado, vi más tu figura, pude ver que traías unas botas que te llegaban hasta las rodillas las cuales estaban encima del respaldo del sillón, tu pantalón era de mezclilla roto de las rodillas y las bolsas, traías una camiseta de manga larga de rayas rojas con negras arremangadas hasta los codos, una camiseta negra encima con el dibujo de un reactor ark, traías una bufanda roja alrededor de tu cuello, un gorro de cuadritos color azul marino y blanco en tu cabeza  mal puesto y que parecía que en cualquier momento se iba a caer, podía ver tu cara de color blanca como porcelana cuando bajabas tus manos para quitarte el libro de la cara y agarrar el diccionario para leerlo. Algo habia en ti que habia hecho que se me olvidara la chica que me gustaba, tú me llamabas mucho la atención. Te vi dejar ese libro con algo de tristeza cuando te fuiste de la biblioteca.


No sabes lo especial que eres para mí y lo mucho que no me arrepentí de la siguiente decisión que tome, tome el libro y corrí a sacarlo, que importaba que fuera ejemplar 1 y que me cobraran 1 peso por cada hora escolar que no lo entregara, queria hablar contigo. Lo tome y tuve que correr para alcanzarte dado a que ibas rumbo a la parada del camión, no sé de donde saque el valor para dirigirte la palabra, a pesar de que tenía temor a tu rechazo y que me dijeras que tenías novio, nunca olvidare las primeras tres palabras que te dije "Disculpa olvidaste esto". Tú me volteaste a ver con curiosidad y luego viste el libro. Recuerdo que tome un camión que ni siquiera me llevaba a mi casa solamente para hablar contigo, además de convencerte de que te quedaras el libro y me lo dieras pasando el fin de semana. No sé cómo conseguí una cita contigo al café del Oxxo, recuerdo cuando me preguntaste por la multa y te dije que no importaba que en vez de llevarte a un café caro como Starbucks te llevaría al Oxxo. Ahí escuche tu risa, sonaba como música para mis oídos y me viste algo sonrojada y mejor te tapaste tu cara con tu gorro y tuve que bajarme antes de quedar realmente perdido con la promesa de verte el lunes.


Pero al parecer el destino queria que nos viéramos antes del lunes y tuvo que ser en una fiesta en la cual yo no queria ir, pero al verlos en mi casa para esperar a que saliera para irme con ellos, llevaba mis armas contra aburrimiento en las fiestas que era mi celular para escribir la continuación de mi historia, pero eso no fue necesario. Cuando tome un jugo de naranja antes de que me pudieran ofrecer Alcohol que ponerle fue cuando te vi, a pesar de que habia varias chicas enfrente de mi intentándome seducirme, tal vez tener una noche de pasión con ellas. Pero te vi después de chicas que traían grandes escotes, algunas enseñando su vientre o sus piernas, te vi leyendo justamente el libro que te di de la biblioteca. Tú me viste algo nerviosa pero dejaste que me sentara a lado tuyo y mejor fuimos a fuera de la fiesta te escuche de todos los libros que has leído y tus libros favoritos, me gustaba la pasión con la cual me contabas esos libros, te sorprendiste cuando te dije que escribía y más cuando habías leído todo lo que se encontraba en mi cuenta de Wattpad, casi tomaste mi celular para ver si era cierto y tapaste nuevamente tu cara pero ahora con el de tu sudadera. Un escritor y una lectora hablando. No sé cuánto duramos platicando que ya era de día y vi el amanecer junto a ti y te dije como escribir algo acerca de un amanecer.


Lo que siguió después fue lo más extraño que me ha pasado en mi vida, he tenido otras relaciones y citas en mi vida, siempre habia terminando besando a la chica con la cual salía al final de la primera cita o en la segunda, pero tú eras diferente no sentía la necesidad de besarte pero sí que estuvieras cerca de mí, me fascinaba verte leer un libro en la biblioteca, el modo en que veías la sección de literatura de la biblioteca cuando estabas haciendo alguna otra tarea en la biblioteca, la cara triste que hacías para convencerme para que hiciera tu tarea aburrida de leyes para que tu pudieras leer algún libro de la biblioteca aunque de alguna vez funciono, me gustaba verte con un libro bajo el brazo, como te parabas a fuera de la librería Gonvill para ver si habían salido libros nuevos o no, incluso si los habia leído. El hecho de estar contigo debajo de un árbol leyéndote cualquier cosa que habia escrito o alguna otra cosa, me gustaba ver tu cara de interés como una niña chiquita a la cual le leen un libro, algunas veces estaba recargado en un árbol y tu mi pecho recargada, algunas veces te quedabas dormida en mi pecho y podía jugar con tu cabello que olía a cítricos, era la primera vez que me fascinaba ese aroma cuando siempre habia preferido el chocolate, pero tu aroma a cítricos se habia vuelo mi favorito, de tus labios algunas veces podía oler ese aroma a helado de vainilla. Me gustaba pasar por tu salón y verte morder tu lápiz intentando resolver una pregunta, problema matemático, lo que sea o jugando con tu pluma cuando estabas aburrida en una clase, como te enfadabas con tu computadora porque se apagaba sola o se trababa, todas esas llamadas por Skype que me hacías en las madrugadas para comentarme que te habia parecido un libro o lo que habia escrito para que tú lo leyeras, me fascinaba verte negar que tenías sueño para ganarme en una competencia de ver quien se quedaba dormido y en ocasiones verte dormir tiernamente sobre tu teclado. Prácticamente me enamore de todos tus defectos


Si te puedo decir algo mi momento favorito contigo fue cuando te bese por primera vez, fue algo demasiado extraño y de una forma la cual no recuerdo que haya pasado por mi mente para escribirlo, de hecho si te dijera que hubiéramos planeado besarnos jamás hubiera salido de esa forma, además de todas las oportunidades fallidas que tuve para besarte anteriormente. Era un día lluvioso habia salido al baño de una de mis clases cuando, Salí no contaba que el suelo estuviera mojado y que tu estuvieras corriendo al baño a toda velocidad que chocaste contra mi haciendo que los dos cayéramos al suelo, pude sentir todo un charco de agua sobre mi espalda, tu habías caído encima de mí, pude sentir tus labios junto a los míos, ese sabor a vainilla que siempre habia querido probar desde la primera vez que me llego ligeramente ese idioma, pero a pesar de que tenía la oportunidad de besar tus labios una parte de mi pedía que hiciera las cosas bien y que no te besara. Pero al final tu tomaste la decisión y cerraste tus ojos que estaban sorprendidos para que nos besáramos, por primera vez, cerré los ojos casi cuando tu empezaste a besarme, de una forma muy accidental, digna en escribirse en unos años.


Eres la chica más imperfecta que conozco que rompe todos los estándares de la chica ideal que ha puesto la sociedad, pero aunque parezca extraño eras todo lo que habia estado buscando aunque jamás lo hubiera confesado, ya cuando me habia rendido y consideraba salir ya con chicas parecidas a los estándares, tenías que aparecer tu quitándome ese libro que hoy tienes en tus manos y que preferiste ignorarlo para leer mi carta. Te has vuelto una persona muy especial para mí, mi niña lectora, no me importa que mis amigos y algunos conocidos me digan y me reclamen que no fui a la gran fiesta del fin de semana por culpa de una chica ratona de biblioteca, bueno prefiero estar viendo a esa chica ratona de biblioteca leer que embriagarme un fin de semana. Porque al final ella es la chica imperfecta que es perfecta para mí y que pareciera que salió de todos mis escritos, la niña lectora de la cual me enamore, es la chica que a pesar de que quisiera besarla en todo momento, prefiero escribir cualquier cosa que venga a mi mente solo para verla sonreír una vez más cuando le muestre mi escrito.


La razón de esta carta mi niña es la siguiente:

 

¿Quieres ser mi novia?

 

Atentamente Un loco escritor que se enamoró de su lectora...

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