En un cuarto
totalmente de color rojo, producido por esas lámparas que se prenden en
situaciones de emergencia, parpadeando de forma intermitente, se podía oler el
terrible olor de la humedad, posiblemente combinado con algunos desechos
sanitarios, cuerpos putrefactos de drogadictos que se drogaron hasta morir por
un paro cardiaco por la cantidad exorbitante de droga que consumieron, en uno
de esos cuartos, en el cual estaba más inundado de agua putrefacta, la luz era
más intensa y casi no parpadeaba. Ahí habia un tubo que fue el cual estaba
provocando la fuga de agua de drenaje, con un olor que tumbaría a cualquiera
que no estuviera acostumbrado. Ahí estaba el cuerpo de un hombre, atado
fuertemente de las manos en tubo, con una bolsa de color negra en la cabeza, se
veían varias gotas de sangre salir de la bolsa, mientras el chorro de agua
putrefacta caía encima de él.
Se podían oír
perfectamente los intentos de gritos de una chica que no podía gritar en esos
momentos, la oscuridad de la bolsa negra no dejaba ver con claridad que era lo
que estaba pasando a su alrededor, apenas se habia repuesto de una golpiza que
le habían dado ¿Horas, días atrás?, ni como saberlo, apenas estaba despertando
y el profundo olor a putrefacto lo estaba matando, intento pararse pero tenía
las manos fuertemente atadas y no tenía las ganas de desatarse, empezó a
escuchar pasos, chocando fuertemente con el agua, como si le costara trabajo
caminar entre el agua, para empujar la puerta con furia, se podía notar el
ardor a alcohol que salía de la persona que entro a la habitación.
-Creo que al fin
tendremos el placer de conocernos en persona.-dijo el sujeto para quitarle la
bolsa y darle un tremendo golpe en la mandíbula que hizo que se le nublara la
vista.-Tanto que me has buscado detective y te niegas a verme en este día,
donde claramente te he ganado.
-Explícate.-Dijo el
detective levantando la cara con los ojos algo cerrados mientras se acoplaba a
la luz roja de la sala, para que le dieran tremendas ganas de vomitar, la sala
era completamente un asco, se podían ver varios cuerpos putrefactos de drogadictos
en el suelo, algunos llenos de moscas, otros abiertos para sacar sus órganos.
Lo peor era el agua que estaba a su alrededor y la que le caía en la cabeza,
claramente eran desechos sanitarios que deberían caer al gran colector, no en
su cabeza.
-Te tengo un regalo
de bienvenida.-dijo el extraño sujeto acercándose a una cortina y jalándola
para dejar ver a una chica detrás de ella, donde la ropa de color blanca que
traía ya se habia vuelto de color roja por los moretes, golpes y cortadas que
habia recibido. Se veía en algunas partes pelona de su cuero cabelludo, donde
se veía claramente que grandes trozos de cabello habían sido arrancados a la
fuerza, la podía ver atada, más bien crucificada enfrente de él, podía ver como
brotaba sangre de sus manos donde se podía ver claramente que habían sido
encajados los clavos. La piel morena de la chica ya no podía identificarse, no
se sabía si era roja o negra por la suciedad que tenía encima.- La chica que
amas.
-Ya me tienes
aquí.-dijo el detective bajando la mirada para ya no ver a la chica
crucificada, le daba lastima en el estado en el que estaba la chica la cual le
habia entregado su corazón, prometió protegerla y ahora la veía crucificada,
sufriendo.-Déjala ir, ya puedes matarme.
-Este es un juego y
tú te decidiste meter en el.-Dijo el asesino con una sonrisa psicópata en su
piel color blanca, se podía ver que tenía cientos de cortes en la cara, se
acercó al detective, para rozar el cuchillo en su cara como si se tratara de
untar mantequilla en su cara, tomo un poco de sangre, para lamer el cuchillo de
forma divertida.-Sabes que pudiste evitar todas esas muertes, si no hubieras
sido un estúpido detective entrometido, pero ahí querías creerte el detective
libre de corrupción y meterte en asuntos que no te importan.
-Es mi ciudad, me
preocupa mi futuro.-Dijo el detective escupiendo la sangre que se le habia
acumulado en su boca y sintiéndose cada vez más mareado, mientras que el
asesino psicópata que estaba enfrente de él se reía a carcajadas. Siempre habia
querido verlo cara a cara para reclamarle la muerte de todas las personas
cercanas a el que habia asesinado, para después golpearlo hasta asesinando,
disfrutando cada uno de los golpes que le daba sobre su cuerpo, viéndolo
suplicarle por su vida. No esta situación donde él lo estaba viendo atado, sin
la posibilidad de defenderse, viendo como torturaba a la chica que tantos
momentos felices le habia dado.
-Podrías haberte
hecho rico, pero preferiste el camino más complicado.-dijo el asesino empezando
a jugar con el cuchillo, destruyendo lentamente la poca ropa que no estaba
hecha girones de la chica, provocándole algunas cortadas de más a la chica la
cual trataba gritar pero sus gritos eran negados por la tela que tenía
fuertemente amarrada en la boca, en la cual la sangre empezaba a brotar.-Tu
familia, tus socios, tus amigos, tu mejor amigo, la chica que fingía como tu
consejera personal, todos los he estado asesinando y tú te negabas en salirte
del juego, hoy veras morir lo que más amas.
-¡¡¡Mátame a
mí!!-dijo el Detective al ver la cara de desesperación de su novia, no queria
que siguiera sufriendo, forcejaba fuertemente contra las cuerdas que lo tenían
atado, pero era inútil estaban fuertemente amarradas y no podría escaparte,
ante el asesino que se reía a carcajadas, disfrutando el momento.-Se lo que
planeas.-Dijo el detective ya vencido y después negó con la cabeza.-al menos de
que me mates, voy a ir por ti terminando esto y voy a asesinarte con mis
propias manos y te arrastrare conmigo al infierno.
-No puedes arrastrar
a alguien al infierno, cuando ya tiene reservado una habitación de lujo.-Dijo
el asesino cortando un pequeño trozo de carne de la chica y metiéndoselo a la
boca para masticarlo lentamente, mientras la sangre se escurría en sus labios.-
Delicioso, tu chica sabe deliciosa, todo un manjar, aunque sabría mejor si le
prendo fuego para cocer la carne.-dijo el asesino mientras llenaba una copa con
la sangre que brotaba de la chica y le daba un trago.-deja que la asesine
lentamente y después llegara tu turno, te daré la oportunidad de pelear.
-Eres un cobarde y
quieres que me debilite más de lo que estoy en estos momentos, que enfrentarme
ahorita.-Dijo el detective intentando tronar el tubo para prepare para
golpearlo, pero el asesino se rio más con su risa de psicópata.
-Te daré la
posibilidad de que tengas una pelea de un minuto sin mi cuchillo.-Dijo el
asesino riéndose y tirando alcohol sobre el cuerpo de la chica lentamente,
mientras se reía a carcajadas, para después con el cuchillo hacerle un corte a
en la boca para quitarle la cuerda que tenía en la boca.
-¡¡¡Mi amor haz
algo!!!-dijo la chica asustada, sangrando rapidamente por la boca, que cuando
grito la sangre le cayó al chico en la cara, pero esta rapidamente se diluyo
con el agua del drenaje, el detective podía ver la cara de esperanza de la
chica de que milagro, pudiera romper el nudo y pelear contra el asesino
psicópata que tenía enfrente de él, pero el detective, dejo de hacer todo
intento por liberarse.
-Vela gritar de
dolor.-dijo el asesino riéndose de manera descontrolada mientras se quitaba el
cinturón y empezaba a golpear a la chica con una fuerza brutal, haciendo que
los gritos de dolor de la chica fueran escuchados de forma estruendosa en la
habitación, se podían ver las lágrimas de súplica de la chica caminar por sus
mejillas combinándose con algunas gotas de sangre, la chica intentaba gritar
por ayuda, pero los golpes se volvían cada vez más fuertes, como si se trataran
de azotes dispuestos a destrozar a la chica con cada golpe, en algunos casos se
veía como lentamente le arrancaba la carne del hueso.-Mírala, le prometes que
la salvaras de todo y estas como un inútil espectador detective, viendo como le
doy azotes a tu novia y tu plan fracaso.
-Si.-dijo el
detective algo decepcionado al no poder hacer nada para salvar a su novia,
escuchaba los crujidos de sus huesos reventarse a la hora de recibir más
azotes, mientras la sangre le salpicaba en todo su cuerpo.-Tu ganas, mi plan
era estarte golpeando mientras estabas atado.
-Dile que la
salvaras.-dijo el asesino jugando con su cuchillo cerca de los pechos de la
chica, haciéndoles pequeños cortes, amenazándola con cualquier momento
encajarte el cuchillo en el corazón y acabar con su sufrimiento, liberarla de
aquella tortura que era ser el juguete sexual de ese asesino
psicópata.-Deberías agradecer el favor que te hago de no violarla...
-No.-dijo el
detective derrotado, viendo como el asesino jugaba con el cuchillo cerca del
pecho de la chica.-Quieres que te suplique, pero ya me di cuenta que no sirve
de nada.
-Tienes razón.-Dijo
el asesino mientras se bajaba los pantalones listo para empezarla a besar o más
bien morder por todo su cuerpo, con mordidas brutales que provocaban nuevos
moretes en la piel ya putrefacta de la chica, donde parecía que ya no le quedaba
ya gotas de sangre.-Sabes me estoy excitando, veras una película porno
masoquista de forma gratuita.
-Qué asco.-dijo el
detective, cerrando los ojos asqueado, sin ganas de gritar. Sabía perfectamente
que este era el final, no podría salvar a la chica bajo ninguna circunstancia.
Si se hubiera imaginado la peor tortura posible, jamás se le hubiera ocurrido
ver a la chica que amaba atada y siendo violada brutalmente por un asesino
psicópata, lo habia visto destrozándola físicamente a la chica, provocándole
que su ropa se volviera de color rojo sangre. Si la lograba salvar los daños
psicológicos serian brutales y en eso sonrió de forma maliciosa, mientras el
asesino psicópata estaba distraído.
-Ya llego el punto,
prepárate para que veas como le quito la virginidad a tu novia, porque fuiste
tan poco hombre para quitársela para tener placer.-Dijo el asesino psicópata de
manera excitada que apenas se escuchó su voz, estaba listo para empezar el coito
con la chica que ya no tenía posibilidad para defenderse.-espera tener el mejor
sexo de tu vida...
El asesino psicópata
dejo de hablar, cuando sonó un disparo proveniente de una pistola en la
habitación, reventándole una oreja, porque la bala tenía un destino
predeterminado, el cráneo de la chica, perforando su cráneo de forma lenta
viéndose como pequeñas astillas de hueso salía mientras la bala perforaba el
cráneo, reventando el cerebro para que saliera la sangre a presión, para
después la bala incrustara en la pared. El asesino volteo sorprendido, cuando
otra bala salió disparada directamente a su miembro ya erecto reventándoselo de
un balazo y se volviera una manguera de sangre a presión, antes de que el
asesino pudiera reaccionar otra bala fue directamente a su rodilla, haciendo
que la sangre saliera a presión de su pierna y se escuchara el crack, para
hacerlo caer al suelo, para que después otra bala se impactara en su hombro
derecho haciéndolo girar en el aire, para que cayera de espaldas contra el
suelo.
-Te preguntaras como
me libere.-Dijo el detective soplando el humo de la pistola lentamente,
mientras veía al asesino al suelo, retorciéndose de dolor en el suelo, ahora lo
veía horrorizado.-Sabia que me secuestrarias y que me revisarías para que no
trajera armas, vez este cuchillo.-dijo el detective jugando con un cuchillo y
aventárselo en el pecho para que salpicara sangre alrededor de donde se encajó
el cuchillo.-Lo traía oculto dentro de las costuras del abrigo, sabía que me
atarías, todo fue parte del plan.
-¿A qué te
refieres?-Dijo el asesino psicópata tratando de moverse pero las heridas de su
cuerpo no lo dejaban, mientras lo único que pudiera ver, sin que las aguas
putrefactas del drenaje se le metieran a
los ojoso tuviera que saborearlas, vea la cabeza de la chica perforada por un
cráneo.
-Tenías razón,
siempre fue un juego, pero es un juego de ajedrez.-Dijo el detective mientras
caminaba por la habitación jugando con el revolver que tenía en sus manos,
mientras veía al asesino sufriendo.
-¿Sacrificar la vida
de cientos de personas, sobre todo tus seres queridos para atraparme?-dijo el
asesino tratándose de reír, pero un nuevo disparo en su pulmón hizo que
empezara a toser sangre y el detective empezó a reírse de forma psicópata.
-De hecho una parte
de mí no quiere asesinarte, quiere darte las gracias por asesinar a todas las personas que detesto en esta vida, se ve
que no sabes jugar ajedrez o basar tu vida conforme a esto.-dijo el detective
sacando una pieza de ajedrez de color blanco, que representa el rey en ese
juego y aventándosela en la cara al asesino.-Jaque mate, Sabes que fue la mejor
parte, solo mataste puros peones.
-Podrás haberme
asesinado, pero asesine a tu mejor amigo, a tu novia, a tus amigos, tu
compañero de casos, las personas que te querían, tus seres queridos, no te
queda nada.-Dijo el asesino Psicópata riéndose, mientras se estaba ahogando con
su propia sangre que brotaba desde el pulmón.-Te gane al final detective y te
terminaras suicidándote para acompañarme en el infierno eternamente.
-Me falta mucho por
vivir antes de ir al infierno.-dijo en detective tomando el galón de gasolina
que estaba en el fondo de la habitación y empezó a arrojarlo hacia el asesino
que hacia muecas por el olor de este líquido.-Sé que te estas preguntando ¿De dónde
saque el arma? Cuando me revisaste sabia a la perfección que jamás revisarías
este lugar, donde siempre has hecho cada uno de tus asesinatos, donde acuerdas
tu compra de drogas, vendes órganos de tus victimas a doctores de hospitales
caros, no necesite tanto. En estos momentos tus socios doctores están siendo
arrestados, en los hospitales con fácil más de 15 cargos por asesinatos
indirectos y venta de órganos. Tus alfiles cayeron.
-Yo casi le quito la
virginidad a tu novia.-Dijo el asesino escupiendo sangre combinada con
gasolina, mientras su piel se volvía cada vez más blanca por la falta de sangre
y a su alrededor el agua putrefacta se volvía de color escarlata.
-Te quite a tu
reina, te engañe con una pieza peón que la convertí en reina, pero ella no es
mi novia.-Dijo el detective revisando su chaqueta y sacando la foto de una
chica de piel blanca con algunas pecas, anteojos alrededor de los ojos y se la
aventó en la cara al asesino.-Ella realmente es mi novia la chica que amo y por
la cual daría la vida por ella.-el detective volvió a revisar la chaqueta y
encontró otra foto donde se veían varios chicos
recargados en el barandal de un edificio.-Estos asesino pendejo son mis
mejores amigos.
El detective siguió
esculcando su saco y saco un puro, el cual se lo puso lentamente en la boca y
saco un encendedor, mientras el asesino lo veía horrorizado, esperando lo peor,
pero solo lo dirigió a su boca y encendió el puro para darle una calada, para
después toser por el humo, era bastante obvio que era la primera vez que fumaba
en su vida.-¿Te acuerdas de este puro? Es el que me dejaste cuando mataste a
alguien que realmente me importaba y hoy lo fumo en señal de victoria, además
de que será el mismo que te asesinara. ¿Curioso no? Sabía que sería un juego,
me aleje de las personas que queria tratándolas como basura y hablándole a las
personas que más detestaba, tus primeros asesinatos mataste a asesinos que se
habían librado de la cárcel, vendedores de drogas, lavadores de dinero. Sus
disfraces son brillantes, el jefe de policia que detestaba. Mis familiares no
me importo que los asesinaras, incluso me daba risa ver cómo te esforzabas por
asesinarlos e investigar sobre ellos para ver cual me dolería más que
asesinaras. Si supieras que para ellos soy una basura, la oveja negra de la
familia, el que fue capaz de enviar a primos a la cárcel por traer drogas
consigo, solo me hiciste un favor de matarlos a todos, ya no más molestas
fiestas de navidad, no felicitaciones falsas por mi cumpleaños. De hecho hasta
me hiciste millonario asesinándolos. Los amigos falsos que asesinaste a todos
los que odiaba desde la secundaria, preparatoria, pequeñas dosis de actuación.
Lo más interesante la chica que acabo de asesinar, no sabes las ganas que tenia
de asesinarla.
-La amas, la
besaste.-Dijo el asesino con una voz que sonaba como un murmuro, pero que el
detective simplemente se rio a carcajadas mientras le daba otra calada al puro.
-Veras.-dijo el
detective sacando el humo de su boca lentamente, mientras jugaba con el puro
que traía entre sus dedos, realmente estaba disfrutando este momento, así era
como queria ver al asesino, agonizante buscando alguna esperanza para seguir
viviendo, después de tres años lo tenía enfrente de él, a punto de morir,
mientras lo veía darle otra calada al puro y expulsar el humo, su cara de
horrorizado ante su poco importancia hacia su familia, amigos, enemigos y su
novia.-Esa chica casi arruinaba mi relación con mi novia, la única chica que me
importa, por el hecho de que le dijeron que merecía a un chico que ella
quisiera y se creía con todo el derecho de destruir relaciones, para lograr sus
objetivos personales. ¿Quién mejor que ella para que hicieras tu última
hazaña?, por eso acepte seducirla, negociando con mi novia, sabía que te gusta
torturar algunas de tus victimas viéndoles hacer como torturas a sus parejas
para después violarlas. Solo tuve que actuar un poco y aguantarme las ganas de
vomitar cada vez que tenía que besarla por compromiso, si vez el registro de
nuestra relación no hay fotos mías en ningún lado donde este con ella, un
simple acceso remoto a su celular me permitía borrar toda evidencia, los besos
no duraban más de tres segundos y siempre era ella quien los queria iniciar. La
paraba casi de inmediato, me hice una desinsectación de mi boca, ya no más
rastro de ella. Disfrute como la golpeabas y te tomabas su sangre, puedo
decirte que me diste el mejor día de mi vida tratando de asesinarla, pero habia
algo en mi diciendo que por lo menos a ella la tenía que asesinar.
-No eres mejor
persona que yo detective, te pudrirás en el infierno al igual que yo.-Dijo el
asesino tosiendo sangre mientras decía esa frase y el detective lo vio
divertido.-Jamás ganaste, morirás al igual que yo.
-Sabes si me
confieso en la iglesia me darán el perdón por rezar unos padres nuestros creo
que se llaman.-Dijo el detective mientras le daba otra calada al puro y
empezaba a estornudar por el humo que se habia tragado.-Sigo sin agárrale el
chiste a fumar, sabes esta ropa es anti fuego, hecha de materiales como los
trajes de los automovilistas de fórmula uno, Nascar. Altamente resistentes al
fuego, sabes fue un placer jugar tu juego por cierto siempre soñé con
asesinarte en tu guarida y en tu cuarto de juegos favorito. Jaque mate.
El detective aventó
el puro al asesino el cual lo vio con los ojos horrorizados, mientras el
detective se alejaba caminando dándole la espalda. El cuerpo de la chica muerta
lo veía de forma asustada a los ojos, mientras le caían gotas de sangre en su
frente, proveniente del agujero de bala que tenía en la frente. La gasolina que
habia rociado sobre el empezó a hacer efecto haciendo que su piel empezara a
calcinarse por las altas temperaturas, incluso cicatrizando alguna de sus
cicatrices mientras empezaba a emerger de su piel un delicioso olor a carne
cocida, el asesino intentaba voltearse y usar el agua de desechos sanitarios
para apagar el incendio, pero era realmente inútil. Ya no quedaba sangre
suficiente en sus venas para poder tener la fortaleza para moverse, el fuego
cada vez era más intenso y provocaba que su cuerpo empezara a deshidratarse de
forma sorprendente, el gas metano provocado por los desechos estaba haciendo
efecto, hasta que sucedió lo esperado una explosión lo cual lo dejo muerto al
instante incinerado, junto con todo lo que hubiera en el drenaje por la
explosión.
En la azotea de un
edificio cercano el detective observaba la escena con una sonrisa en el rostro,
mientras jugaba con una pequeña brújula en sus manos, por fin habia acabado con
su enemigo y con todas las personas que odiaba, ya podría ser el mismo, ya no
tendría que fingir ante esas personas, su plan habia salido perfecto. Saco una
foto de la chica a la cual amaba, la cual no habia visto fácil en seis meses
que duro el juego. Las dudas empezaron a pasar por su mente sobre lo que pudo
pasar con ella en esos seis meses, montones de cosas pasaron por su mente,
posiblemente la habia perdido. Bueno podría ser el inicio de un nuevo caso, un
nuevo juego donde tendría que pensar la estrategia perfecta para reconquistarla
en caso de que fuera necesario...