Dicen que las mejores historias pueden surgir de cualquier parte y que el amor de tu vida puede ir a tu lado en el tren, también que las desilusiones, el corazón roto y esas cosas pueden llegar más rápido y son más dolorosas. Un buen lugar para notar esto es en el tren y podríamos hablar de esta típica historia.
Todo empieza en una estación de tren, esperando al siguiente tren para llegar al destino y ahí se encuentra un chico que se puede decir que es bastante normal, alto cabello negro, piel un poco Blanca, cargando una mochila donde posiblemente tenga los cuadernos y útiles de las materias que cursa en la escuela. Había visto llegar a todas las personas que habían llegado a la estación y no le había prestado atención a ninguna personas, desventajas de que llegara en cuanto se fuera el tren y después de unos minutos llegaba el tren, para que se bajarán todos los pasajeros.
Siempre abordar el tren era un dilema, muchas personas empezaban a aventar para ganar un asiento, incluso podrían escucharse conversaciones peleándose por un asiento o que le tienen que dejar el asiento a otra persona. Fue cuando decidió entrar al tren y quedarse cerca de la puerta y sonó el clásico sonido de que cerrarían las puertas y fue cuando entró una chica a toda velocidad con un café en la mano y fue cuando sucedió la catástrofe, la chica choco y le estrelló todo el café encima.
El chico veía a la chica disculpándose, notaba que la chica tenía cabello ondulado y oscuro, tenía unos cuantos lunares en si cara que causaba curiosidad al verlos, usaba unos lentes cuadrados que hacían que sus ojos se vieran más grandes. Usaba un traje sastre que hacía que se viera bonita ante sus ojos, pero lo caliente del café en su piel hizo que reaccionara y escuchará a la chica.
-Lo siento, no fue mi intención es que el tren ya iba a cerrar sus puertas.-la chica intentaba disculparse, guardando el café en una de las bolsas de su mochila, haciendo que le llamará más la atención esa chica, era de las pocas que conocía que usaban mochila y no la típica bolsa.-casi siempre no cargo con el café en mi mano y veo que todo termino en tu cuerpo.
- no te preocupes.-dijo el chico tratando de sonreírle a la chica, pero su nerviosismo y el ardor de la quemadura, hizo que hiciera una mueca extraña.
-Si te duele y manche tu camiseta.-Dijo la chica mordiéndose el labio de manera nerviosa.-Podemos ir con el doctor para que te revise y me das tu camiseta para lavarla.
-Estoy bien.-Dijo el chico sonriéndole a la chica .- No debería ir en la puerta, fue mi culpa. ¿Se puede saber a dónde vas tan rápido? Casi terminas aplastados por las puertas del tren, de hecho parte de tu sacó quedó fuera.
La chica rio ante los comentarios del chico, no era una risa molesta o escandalosa. Era una risa cálida, que sonaba como una melodía. Hablaron de distintas cosas como iban avanzando las estaciones del tren, hablaron de distintas cosas como la escuela, lo que estudiaron, el trabajo, pasatiempos favoritos, películas que esperaban, coincidían en tantas cosas. Parecía que el chico había encontrado a la persona que tanto había estado buscando en toda su vida y no podía creer su suerte el día de hoy, parecía que haber perdido un tren había servido de algo. Algunas veces le había tocado ver a la chica que le gustaba todo el trayecto con su novio, pero hoy era diferente.
Era un día completamente diferente, la chica le había pedido su número de teléfono para ver una forma en que pudiera ver el daño que había causado su café y para seguir platicando, tal vez un fin de semana que podrían ir a alguna parte para platicar. Obtuvo el número de ella y podría aprovechar el WhatsApp para hablar con ella. La chica lo veía de manera curiosa, como si estuviera esperando algo y parecía que la distancia entre los dos se había acortado, incluso podía sentirse la respiración de ambos. La mente del chico empezó a debatirse si debía besarla o esperar a una salida con ella, existía una alta posibilidad de que salieran o que de plano no se volverían a ver. Tal vez un beso sería un perfecto recuerdo de esa tarde si no se volvían a ver y una historia que contar.
Pero el sonido del tren rompió la burbuja entre ellos al decir el nombre de la estación a la que habían llegado y la chica se alejó del chico esperando a que el tren arribara a la estación dedicándole una tierna sonrisa.
-Nos veremos pronto, te marco para que nos pongamos de acuerdo para ver lo de tu camiseta.-Dijo la chica sonriendo y parándose enfrente de la puerta, esperando que abriera.-Eres divertido
Pero el chico se quedó con lo que le quisiera decir a la chica, al ver que las puertas del tren se abrieron y los ojos de la chica cambiaron a sorpresa, al ver a un chico parado esperándola. Todo parecía suceder en cámara lenta ante los ojos de aquel chico que parecía que habia encontrado al verdadero amor y que al fin habia tenido suerte de encontrar una chica que se interesara por él, pero su mala suerte le mostraba su realidad en estos momentos. La chica habia corrido hacia el chico abrazándolo fuertemente y besándolo, un beso digno de una película romántica, indicando un rencuentro entre la pareja protagonista, mientras él era el chico que quedaba viendo la escena a lo lejos con un corazón roto veía cómo es que lentamente se iban cerrando las puertas del tres, esperaba que ella se acordara, pero no el beso se hacía más largo y las puertas del tren parecían cerrarse en cámara lenta, haciendo más tortuoso el momento. Hasta que empezó a arrancar el tren, dejando a la chica besándose con su novio.
El chico fue todo el trayecto con el celular en la mano, pensando si borrar el número de la chica o no, bajo del tren y camino rumbo a su casa, siendo lo primero aventar su celular lejos, que ya habia agarrado señal de Wifi y empezarían a llegar mensajes en WhatsApp que no tenía ganas de leer, tomo la ropa sucia y sin acomodarla la aventó a la lavadora, junto con la camiseta manchada de café, ya se inventaría un pretexto para que la chica no siguiera insistiendo con lavar la camiseta. Tomo su celular y vio la imagen de perfil de la chica, un tremendo beso con su novio y volvió a aventar el celular al sillón. Para ver su reflejo en el espejo, viendo que posiblemente la quemadura de café le dejaría cicatrices en el futuro, si un maldito recuerdo que le recordaría la ilusión de que todo saldría bien al fin con una chica y la desilusión de ver que todo volvía como siempre, el viendo a la chica que le gusta besándose con otro…
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