lunes, 8 de junio de 2015

Carta de un portero a la chica que ama

Hola:

Sé que estás ahí, oculta entre esa multitud de personas que observa este partido. Estoy en la portería, tengo el puesto más importante que es evitar que la pelota entre, pero en el cual casi nunca te agradecen tu esfuerzo, veo como los otros correr a través de toda la cancha disputando el balón, veo como el público aclaman cada vez que le quitan el balón al contrario y se lanzan con todo a la portería contraria.

La verdad ante el partido que he tenido el día de hoy, me sorprende que no te hayas ido de la cancha y que sigas ahí brindándome todo tu apoyo a pesar de que hoy ha sido un desastre. Bueno no soy lo que muchos esperarían del portero titular de la escuela, de hecho hice trámites para lateral por derecha y como fui el que menos mal portero incluso de los que se llamaban porteros me gane la titularidad. Algo que tengo que agradecer es que no fue por mis dotes de portero por lo cual te conocí, si no por un libro pero eso es otra historia.

No sé cómo has resistido toda la temporada, en la que me he tragado todo tipo de goles en mi portería, incluso unos de media cancha, he rebotado todo tipo de pelotas haciendo que los rivales solo la empujen y la gran mayoría de ellas terminaban en goles ridículos, me burlaban con facilidad en los manos a manos terminando los goles en la portería, nunca he atajado un penal tampoco, pero he tenido la suerte de que hayan volado un par de ellos. Son partidos que si se ganan, es por el hecho de que esta escuela ha tenido excelentes delanteros que meten montones de goles. Al final de cada partido no tengo ganas de verte con su cara de será para la próxima, en que pueda dedicarte algo realmente heroico, una atajada de último minuto para evitar el gol del empate, atajar el penal, resulta que los defensas se han llevado ese crédito. Nunca te he podido dedicar algún partido o una atajada impresionante.

Este partido no es la excepción y a pesar de que es la final, he cometido varios errores digno de ganarme el abucheo de los aficionados de mi propio equipo cada vez que despejo y que gracias a los delanteros no vamos perdiendo, si no ganando 3-2. Puedo verte dándome una mueca ante este momento importante que va a suceder, a pesar de que digas que me apoyas, se notar que en este momento ya te diste por vencida por mis múltiples errores que he tenido durante el partido. Te veo desganada y sé que es mi culpa, por otros eventos te saco una sonrisa y hago que te sientas orgullosa de ser mi novia, me fascina verte feliz y no con esa cara de tristeza, de que las personas te molesten por el pésimo desempeño en la cancha

¿Por qué estoy pensando esto, para escribirlo después del partido?, es el minuto 90 del partido y hay un penal en contra. Toda la responsabilidad cae sobre mis hombros, mientras veo mis guantes y te veo nerviosa, con ganas de irte y no querer ver lo que pasa, trato de concentrarme por primera vez en intentar hacer contacto visual con el delantero, pero por desgracia es imposible, podría tirarme adivinar como siempre, pero esta vez tenía que ser distinto, tenía que impresionarte, hacer que todo el estadio coreara mi nombre y dedicarte la atajada que daba el título. Empecé a moverme por la portería un poco nervioso, esperando el silbatazo y observando en todo momento los pies del delantero para saber dónde iba a tirar. Cuando se dio el silbatazo vi tus ojos de nueva cuenta algo nerviosa y después a la pelota, derecha, me avente hacia el lado derecho, de forma sorprendente llegue hasta el Angulo inferior derecho, sacando la pelota de forma espectacular, sabía que en esos momentos no habia tiempo para festejar, ni para voltearte a ver. En eso apenas logre pararme cuando tenía que correr al otro poste de la portería, Angulo superior izquierdo a donde iba el balón e hice un lance espectacular para enviar el balón a tiro de esquina para después estamparme contra el poste.

A pesar el profundo dolor que tenía en mi cuerpo y posiblemente una lesión en mi hombro me pare lo más rápido posible, no dejaría ver que estaba herido, tenía que terminar el partido y era en ese tiro de esquina. Podía ver que casi todo el público local estaba en silencio, y el público visitante trataba de empujar a su equipo para conseguir el gol de la igualada, empezaba a escuchar que era a mí al que ofendían, trate de ignorarlos y pensar en lo que importaba, evitar el gol en este momento. No supe en qué momento se habia sacado el centro cuando tuve que poner mis manos para parar el tremendo cabezazo que le daban a la pelota y hacer que botara hacia el frente donde uno de los delanteros, el chico que más he odiado en toda mi vida,  por decirte cosas malas de mi convencerte en algunas ocasiones que no era el chico ideal para ti, en ocasiones inventarme cosas que hacían que te creyeras que te engañaba con alguien, toda una guerra sucia en contra de mi persona para que me dejaras y fueras su novio, sabes que es lo peor que tú le llamas a el mejor amigo.

En eso vi que se disponía a prender el balón de bolea y me lance sacando la pelota de forma espectacular de la portería y me pare lo más rápido posible a pesar del dolor que tenía en mi hombro y corrí hacia la pelota al mismo tiempo que lo hacia ese tipo que tanto detestaba, no me importo que se cayera por el impacto que recibió cuando atrape la pelota entre mis manos y la despeje con potencia para que el árbitro acabara el partido.

No podía creer lo que habia sucedido en el partido, habia terminado como héroe del equipo y era levantado en hombros de mis compañeros, mientras lo único que queria hacer en estos momentos era correr al otro lado de la cancha y besarte, dedicarte la victoria y posiblemente el mejor momento que he tenido en la portería en toda mi vida.

Horas después estoy contigo, posiblemente bañado en Gatore por la celebración del campeonato obtenido en ese partido, recostado sobre el cofre del auto de mi padre, tu estas a mi lado con la medalla de campeón puesta en tu cuello, mientras sigues viendo la medalla con curiosidad y contando emocionada como ataje ese penal. Lo que te sorprende más es que te haya regalado la medalla del único partido donde me lucí como portero y termine como héroe del equipo aunque solo sea los minutos finales. Sé que la próxima semana presumirás a todos esos que te decían que era un mal jugador y te hacían llorar, que gracias a mí son campeones. Mínimo no te molestaran por lo que sucedió en la cancha esta semana y estarás feliz y eso es lo que importa. Al fin pude dedicarte un partido, una victoria que fue gracias a mi actuación

En un principio dije que odiaba ser portero, pero en estos momentos es todo lo contrario. Me pondría los guantes de nuevo y me pondría en ese marco donde muchos cometen errores, al final esa portería eres tú y te protegeré de todo ataque posible que te hagan, parare misiles, balas bombas, todo lo que lancen que pueda hacerte daño, dado que al final daría mi vida solo por protegerte.

Atentamente


El portero que atajaría todo por ti

Test